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El cuadro de Zidane encadena cuatro partidos seguidos marcando gol más allá del minuto 85
El Real Madrid se está acostumbrando a sufrir mucho más de la cuenta en las últimas semanas. Las dificultades para materializar las ocasiones provocan que el equipo blanco tenga que vivir sobre el alambre, confiado en que su fortaleza defensiva marque las diferencias si los delanteros no están entonados.
El actual Madrid es el menos goleador de las últimas 14 campañas (lleva 46 tantos en 27 jornadas) y las goleadas que protagonizaba hace no mucho han pasado a mejor vida desde que Cristiano Ronaldo hizo las maletas para poner rumbo a la Juventus de Turín. Los marcadores cortos y los partidos sufridos son el pan de cada día en un Real Madrid que encadena cuatro partidos consecutivos marcando gol más allá del minuto 85.
Contra el Atalanta en la ida de los octavos de final el Madrid no supo descifrar la defensa del rival, que jugó con uno menos durante más de una hora por la expulsión de Freuler. Mendy, con un derechazo desde la frontal en el minuto 86, acabó con la resistencia bergamasca para dar ventaja a los blancos en la eliminatoria.
Contra la Real Sociedad, en el regreso a LaLiga, Vinicius saliendo desde el banquillo rescató un punto para los blancos con un tanto en el minuto 89’ que igualó el gol de Portu en el arranque del segundo tiempo. En el derbi del Wanda Metropolitano, el Real Madrid logró mantener sus esperanzas de pelear por el título con una diana de Karim Benzema en el minuto 88. El delantero francés, recién recuperado, anotó el tanto del empate después de que Suárez, en el primer tiempo, adelantara al Atlético de Madrid.
El cuarto partido que el Madrid salvó sobre la bocina es el del Elche. Los blancos se vieron por detrás en el marcador tras el gol de Dani Calvo a la salida de un córner. Benzema volvió a disfrazarse de héroe para marcar el tanto del empate en el 73’ y, ya en el tiempo de descuento, marcó el gol del triunfo para salvar de nuevo a un Real Madrid que se está especializando en sobrevivir
“Contra los equipos que se cierran atrás nos cuesta más”, analizó Zidane para explicar los problemas del Madrid cuando tiene el marcador en contra. “Me gustaría marcar antes para tener más tranquilidad”, bromeó el entrenador francés